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El Capital Conversacional
En el Capital Conversacional se encuentra toda la apuesta y el compromiso de Confluye.
Confluye trabaja en todas las dimensiones que permiten el fortalecimiento de la conversación en un nicho sistémico específico, expresado en sus dimensiones
El trabajo sobre el Capital Conversacional surge desde un espacio de Autoconciencia, de “Darnos cuenta” de nuestra propia manera de estar y de conversar (primero con nosotros mismos y luego con los demás actores de interés y de sentido) y se va ampliando a medida que, mediante la reflexión en la acción nos “Hacemos cargo” de las consecuencias de nuestro movernos y de nuestra manera de conversar (primero con nosotros mismos y luego con los demás actores de interés y de sentido –otra vez!-).
Vale la pena resaltar que en el centro está el Lugar Interior, como el eje fundamental que incide en la manera cómo me dispongo para el trabajo y para las conversaciones que se tienen que dar. Y desde ahí, articulados a ese Lugar Interior, aparecen las demás variables.
Vale la pena resaltar que en el centro está el Lugar Interior, como el eje fundamental que incide en la manera cómo me dispongo para el trabajo y para las conversaciones que se tienen que dar. Y desde ahí, articulados a ese Lugar Interior, aparecen las demás variables.
Distinciones de las Dimensiones
del Capital Conversacional:
Es la actitud abierta al aprendizaje en el fluir de los sistemas y a la entrega conciente y voluntaria
de lo que me siento llamado a hacer, con desapego de las claridades.
Es la capacidad de enfrentar los temores, tomando decisiones y emprendiendo acciones que comportan un riesgo; es hacerse cargo de lo que me doy cuenta a pesar de que me sienta vulnerable.
Es la capacidad de aquietarse para dirigir la atención más allá de mis emociones, juicios y pensamientos, permitiendo que aparezca el otro y lo otro.
Es la capacidad de creer incondicionalmente en uno mismo, en el otro y en el sentido de unidad, recreando el sentido profundo de nuestra naturaleza biológica.
Es la forma en que coordino mis haceres, emociones y sentires facilitando o limitando las posibilidades de comunicación con los demás.
Es la posición en la que me paro con relación a los otros miembros del entorno o nicho con que interactúo con conciencia del impacto que genero.
Es la capacidad que tenemos de aceptar e integrar aquello que sentimos que nos contradice o incomoda, para encontrarnos y expandirnos desde la riqueza de la diferencia.
Es la apertura para revisar, para mirar los propios principios y criterios de validez sobre los cuales guiamos o basamos nuestras formas de pensar y actuar.
Es el lugar de conciencia desde dónde hago lo que hago, el grado de integración de mente, corazón y voluntad, respecto de la intención y atención con que me muevo en el mundo.