Por: Ana María Estrada Tobón
Las siguientes son algunas consideraciones para tener presentes y estar atentos en las relaciones y el trabajo de redes colaborativas:
• El ponerse de acuerdo, no es en esencia, lo fundamental. Lo fundamental, es conversar con valor y presencia sobre mi propia postura. La decisión que se tome, a la hora de la verdad, no marca una diferencia, siempre que se evalúe con miras a un propósito común. Finalmente lo importante, no es la decisión que se tome, sino el proceso conversacional de generación de redes invisibles y potentes que hace que un equipo se muestre unido de frente a una situación organizacional en particular.
• La diferencia es uno de los temas en los que yo he identificado mayor presencia de puntos ciegos en el ámbito organizacional. El trabajo en Redes Colaborativas no invita para nada a callar y/o a no expresar en aras de mantener la armonía del nicho. La armonía del nicho, no tiene nada que ver con la manifestación de la propia opinión de manera divergente. La armonía del nicho tiene que ver con la madurez que yo tenga para escuchar lo que no quiero escuchar, con la conciencia de que esa escucha me aporta crecimiento y desarrollo para poder ver y ampliar mi mirada y mi forma de ponerme en la empresa.
• Siempre es oportuno el juntarnos, primero que todo, para recordar la alegría de reunirnos desde lo que nos une en nuestra esencia, donde el cargo se diluye y se pierde. El permitir que desaparezca nuestro cargo, es liberador y significa recordar que no somos nuestro rol.
• El ritmo de las Redes Colaborativas y su velocidad de implementación, tendrá que ver con la disposición, las ganas y el nivel de conciencia de todos los colaboradores. Con la conciencia de que es necesario considerar que los seres humanos nunca caminamos de manera lineal, y que nunca regresamos al mismo sitio. Esa es la dinámica de la vida que tanto nos frustra, pero si lográramos entender que es así, por nuestra dinámica biológica, podríamos aceptarlo con serenidad y paciencia. Eso sí se requiere muchísimo: paciencia, que es lo que tanto nos cuesta en las frenéticas velocidades a las que nos invita el mundo empresarial y a las que todos aceptamos.
Octubre 23 de 2019.