Por: Ana María Estrada Tobón
Desde la Teoría U, de Otto Sharmer, podemos identificar los retos que tenemos las personas de asumirnos desde tres habilidades de las que él habla: la curiosidad, la compasión, el valor y la presencia; en contraprestación, a las tentaciones que están por todos los lados coqueteándonos: los prejuicios, la rabia, el rencor y el miedo. La armonización de estos tres aspectos representados en la columna vertebral de la U, son precisamente la mente, el corazón, y la voluntad abiertas y dispuestas.
Y por supuesto: la ayuda sistémica fundamental que todas las personas tenemos, no podía ser otra diferente a la conciencia, que está ahí para hacernos caer en la cuenta de nuestra forma de movernos y sus implicaciones en el vivir nuestro así como en el de los demás.
De esta forma, es maravilloso y bastante esperanzador el darnos cuenta de que todos podemos escoger; siempre podemos escoger. Desde esa perspectiva, no se vale la queja, ni mucho menos los lamentos. Somos responsables de escoger recorrer el camino de la co-creación y la colaboración, o el de la destrucción. Y no tenemos excusa.
Desde esta perspectiva Otto, también hace referencia al lugar que cada uno escogemos ocupar en nuestro relacionamiento y sus implicaciones. Él insiste en que el lugar que decidimos ocupar no tiene nada que ver con nuestro cargo, sino con nuestro lugar interior y nuestras formas y maneras.
En este sentido, también es importante considerar que ninguna ubicación es lo “suficientemente grave”, lo grave es que no tengamos la conciencia para darnos cuenta de lo que estamos generando y nos lamentemos de nuestras vivencias. Eso sí es grave…La invitación es a observarlas y hacernos cargo de ellas.
Agosto 21 de 2019.