Por: Ana María Estrada Tobón
La autogestión se convierte en aquella herramienta potente y movilizadora que permite desde el sentido, el que yo sea capaz de conservar o transformar algo que para mí es importante. En esta fuerza transformadora es fundamental distinguir entre el poder auténtico y el poder externo, para que nuestra contribución sea contundente:
«Cuando sintonizamos nuestros pensamientos, emociones y acciones con la parte más elevada de nuestro interior, nos llenamos de entusiasmo, de propósito y de sentido. La vida es rica y plena. No tenemos pensamientos de amargura. No nos queda recuerdo alguno del miedo. Estamos implicados con nuestro mundo de una forma gozosa e íntima. Esta es la experiencia del poder auténtico». Gary Zukav. El Asiento del Alma.
Esta reflexión de Gary Zukav nos permite hacer el paralelo entre el poder auténtico y el poder externo; entendiendo el poder auténtico como aquel que le da vida y sentido a las Redes Colaborativas; mientras que el poder externo es el que nos envolata y nos distrae de ese propósito que existe en lo profundo de cada uno que no es otra cosa que ser lo que somos de manera auténtica y con sentido.
El poder externo nos lleva a competir, a pasar por encima del otro, y a mirar a los que me acompañan en mis diferentes nichos con sospecha y por lo tanto, con zozobra. Las organizaciones están todo el tiempo en la búsqueda del diseño y de la implementación de formas de operar que sean oportunas y gatilladoras de confianza. Sin embargo, desde algún lugar, terminan siendo generadoras de miedo y de control.
El hacer posible que todo aquello que surge desde un lugar interior amoroso de apertura y de confianza pueda ser vivido desde ese lugar, se convierte hoy en el desafío organizacional más importante.
No es fácil darnos cuenta de la pesadez que podemos llegar a imprimirle a nuestras actuaciones desde el control, con conciencia o sin ella; en otras palabras, es uno de los puntos ciegos -que incluso pueden tener el carácter de voluntario-, que requiere hoy de toda nuestra disposición, humildad y presencia, para que seamos capaces, y tengamos la valentía de sembrar y polinizar nichos que potencien al individuo la máxima expresión de su esencia.
Abril 24 de 2019.