Por: Ana María Estrada Tobón
Traigo a mi corazón, la explicación que un día me dio el sintergético Jorge Carvajal sobre cómo traer la coherencia de manera “vívida” a nuestro operar. Él nos hace una invitación a estar presentes y atentos en eso de la correcta visión, la correcta escucha y la correcta palabra, como pilares que permite despertar el camino hacia la coherencia en nosotros:
• La correcta visión que tiene que ver con la claridad. Y pues todo lo que implica claridad se refiere a la valentía de ser lo que somos. En esta simple expresión encontramos, diría yo, la clave mágica de la coherencia: mientras no estemos dispuestos a ser lo que somos, sin estar atentos si les parece a los que me rodean, no vamos a poder orientar nuestra brújula interior hacia la coherencia, y las agujas se perderán en nuestra confusión que resulta al querer darle gusto a los nichos a los que pertenecemos.
• La correcta escucha. Me inspira muchísimo aquello de “implicarnos” en nuestra escucha. Pues todos creemos de manera desafortunada que es suficiente con nuestra disposición a escuchar. Pero Carvajal llama poderosamente nuestra atención al decirnos que si no nos responsabilizamos de la relación, si no nos empoderamos de nuestra presencia, la escucha no puede surgir en nosotros. La ausencia de esa escucha que se implica, es la causa terrible de la peor epidemia de la que he sido testigo en el ámbito organizacional contemporáneo: la sordera organizacional.
• La correcta palabra. Tiene que ver con la plenitud, la paz interior y por lo tanto con el sentirnos plenamente libres. Es fácil de identificar cuando no lo logramos: cuando sentimos que algo no nos salió bien y quedamos inquietos y como aburridos con algo que dijimos o hicimos, es cuando debemos tener el coraje de hacernos cargo y recomponer eso que sentimos que no nos salió tan bien. Y si tenemos el valor de hacernos cargo, no existirá nada en el mundo que nos genere tanta libertad y paz en el mundo entero.
Cuando somos capaces de desarrollar en nosotros estos tres elementos, la coherencia surge de manera maravillosa en nosotros.
Enero 31 de 2019