Por: Ana María Estrada Tobón
Las personas cumplimos lo que interiorizamos y le vemos sentido. Esa es la importancia de las creencias y certezas que vamos consolidando a lo largo de nuestro vivir. Sin embargo, muchas veces cumplimos desde la disciplina porque nos toca y renegamos de las normas, pero si logramos encontrarle el sentido, entonces, el vivir se transforma en un movimiento y en un operar con convicción y con fuerza.
Así mismo, el desempoderamiento de los colaboradores al poner la responsabilidad de sus vidas totalmente en la organización; la necesidad que tienen de definirlo todo, de enmarcarlo todo, lo único que hace es limitar el mundo que se genera con las decisiones, movimientos y actuaciones.
De esta forma, el primer desafío para la acción relacionado con la conciencia sobre la propia contribución en el nicho organizacional es estar atentos a cuándo uno pone fluidez amorosa y a cuando ponemos pesadez.
Así, las Redes Colaborativas se viven en el diario operar, en las decisiones que tomamos, en los movimientos que hacemos y en la conciencia de los criterios de validez que aplicamos en todo lo que hacemos.
Mayo 10 de 2019.