Por: Ana María Estrada Tobón
El reto es interiorizar nuestro propósito como fuente de inspiración y de esperanza de frente a los desafíos del futuro que emerge, invitando a la presencia en todas las actuaciones de nuestro vivir personal, laboral y sistémico más amplio, de manera generosa, honesta y comprometida.
Precisamente, alrededor de este asunto, Frederic Laloux hace una inspiradora reflexión:
“Las organizaciones que tienen un propósito con esencia ecosistémica, están alimentadas por el poder de la evolución, que es el motor de la vida misma. La evolución es un proceso formidable, de una belleza y una complejidad insondables, y no funciona a través de un diseño, sino a través de la experimentación paralela e incesante a pequeña escala. La evolución no ocurre de arriba abajo. Todos están invitados a contribuir al todo y todos son necesarios.
Cada entidad en el ecosistema de la vida (cada célula, cada ser sintiente) percibe su entorno, entra en armonía con los otros y explora nuevos caminos. Las soluciones se suceden con rapidez; lo que no funciona se descarta con rapidez y lo que sí funciona se expande velozmente a lo largo del sistema. La vida inexorablemente llama a más vida, a más belleza, a una mayor complejidad, a un mayor orden dentro del caos. Podemos llegar mucho más lejos si nos asociamos con la vida, y dejamos de intentar imponer nuestra voluntad.
Hasta ahora, hemos dirigido organizaciones con patrones rígidos, con miedo a la naturaleza desordenada e incontrolable de la evolución. Quizás estemos preparados para dar el gran salto. Para desistir de nuestros intentos de controlar la vida y de canalizarla en los estrechos planes que hemos diseño para ella. Para abrirle las puertas a la vida. Para invitar a la evolución, el proceso más poderoso de la vida, que impulse nuestros esfuerzos colectivos”. Adaptación del texto Reinventar las organizaciones. Frederic Laloux.
Quisiera resaltar en la inspiración de Laloux, aspectos como:
• «La evolución es un proceso formidable, de una belleza y una complejidad insondables, y no funciona a través de un diseño, sino a través de la experimentación paralela e incesante a pequeña escala».
Laloux nos trae entonces una frase tan provocativa y tan atractiva, al poder mostrar que el mundo organizacional no está exento de belleza, ni de inspiración. Las organizaciones están conformadas por personas, y las personas de manera natural tenemos mucho de estos dos elementos: nos gusta lo bello desde la profundidad de lo que se distingue como “bello”, y nos hace falta conectar con esos otros, que a la hora de la verdad, son lo mismo que yo. La importancia de contribuir al Frente de Onda en los espacios en los que nos movemos, sin grandes ambiciones. El camino se recorre paso a paso, en cada mirada, en cada intervención que hacemos, en cada decisión que tomamos.
• «Todos están invitados a contribuir al todo y todos son necesarios».
La evolución cultural es un proceso que se da desde la unidad en la diversidad (unidiversidad) que se derrama y proyecta en eso que somos cada uno; y de manera sintónica desde esa diversidad que se precipita y se contrae en un todo (multiunicidad), regresando en forma de espiral al inicio del proceso.
• «Podemos llegar mucho más lejos si nos asociamos con la vida, y dejamos de intentar imponer nuestra voluntad».
La tensión que nos genera el que no podamos controlar el fluir del vivir, es tal vez, el aprendizaje más significativo de nuestro tiempo. ¡Y ni qué decir el ámbito empresarial!!! El control en las organizaciones, nos ha llevado por el camino de la arrogancia y de la ambición, de la separatividad y del esfuerzo. La escucha aparece cuando hacemos el ejercicio de movernos de lugar y de precisamente, tal como lo dice Laloux de una manera tan bella, “dejamos de intentar imponer nuestra voluntad”.
• «Para desistir de nuestros intentos de controlar la vida y de canalizarla en los estrechos planes que hemos diseño para ella».
La sabiduría popular dice por ahí que, cuando nos vamos solos, alcanzamos el éxito si tenemos confianza y experticia en lo que hacemos; pero si nos vamos con otros, tal vez nos demoramos más, pero nuestros resultados son mucho más contundentes y el aprendizaje que se genera, es mucho más interesante.
Nos revuelcan y nos sorprenden estas reflexiones compartidas por Laloux en ese texto tan provocador que es Reinventar las organizaciones.
¿Tendremos la valentía de intentarlo?
Febrero de 2020.