Por: Ana María Estrada Tobón
La circularidad trae la emoción del dar vueltas juntos. Y cuando la cultura tiene la tentación de que el movimiento rápido es más veloz, entonces el escuchar al otro, el conversar con el otro, termina siendo una pérdida de tiempo y de sentido. Sin embargo, no hay tal. El moverse circular va definiendo una espiral de profundidad en el sentido, y cada que regreso, vuelvo, pero en otro nivel de aprendizaje y de profundidad, por lo tanto, nunca es lo mismo.
En ese recorrido me voy encontrando primero que todo con lo que soy, y voy desenvolviendo esa madeja maravillosa de mis propias cegueras y de esos apegos a mis formas y mis maneras, como la “única” posibilidad que existe en el mundo.
Es por eso que cuando hablamos de valentía, pocos entienden la razón y el por qué se trae a la conversación, “si el encontrarse con el otro es tan simple”. Y es que lo simple siempre es profundo y poderoso. Recuperar la memoria de la mismidad, mirarnos a nosotros mismos y reconocernos en eso que somos, con aquello que nos gusta y lo que no quisiéramos que estuviera en nosotros, es sin duda alguna, un acto de enorme valentía, pues nos invita a preguntarnos por nuestros prejuicios y por la manera cómo cada uno de nosotros conecta con el nicho organizacional, fortaleciendo el “parao” que surge desde ese lugar interior de impecabilidad en eso que somos y de mirada ecosistémica.
Esta es una de las dinámicas organizacionales contemporáneas de las empresas que corresponde desde la mirada de Ecosistema y la forma de operar circular, en contraste con la siguiente, relacionada con la del Egosistema y lineal. De esta manera, en la forma de operar lineal, las tentaciones que se nos aparecen son más difíciles de ver, pues nos sacan de nuestro centro y nos ponen en un lugar interior del resultado; por lo tanto, el aprendizaje sistémico no aparece. Y es ahí en donde se pueden alcanzar los resultados, “dejando dos o tres muertos” en el camino. Y es que formas y manera de dar resultados, hay muchísimas.
Es por eso que el proceso de Redes Colaborativas invita y convoca a que si ponemos el foco y la atención en el proceso, los resultados, serán tal como lo indica la palabra misma, el resultado de hacer las cosas bien. Y mientras recorremos el camino: disfrutamos, aprendemos, gozamos de la compañía y de la diversidad del otro y de los otros, y nos entregamos con honestidad y sabiduría desde lo que cada uno de nosotros es y tiene para aportarle al proceso.
Septiembre 5 de 2019.