Por: Ana María Estrada Tobón
Sin presencia, nuestro operar carece de fuerza y de sentido; sin presencia, las tentaciones que nos acechan, encuentran un nicho fértil en el cual asentarse.
Sin presencia, reforzamos todas aquellas creencias que nos limitan y nos hacen vivir una vida tan “normal” y sin emociones; una vida que solo encuentra su asiento en la disciplina.
El tema central, es cómo vivimos cada uno de nosotros, lo que vivimos: si desde la desconfianza, la competencia, el propio brillo personal, o desde dónde. Una métrica puede acercarse o alejarse de lo que es mi propia manera de distinguir mi forma de operar.
Una invitación es traer la Teoría U desde la presencia, con sus elementos centrales: la mente abierta, el corazón abierto y la voluntad abierta; cada uno de ellos acompañados de las habilidades principales que debemos desarrollar todos para poder posibilitar ese ejercicio de estar presentes para nosotros y para los diferentes nichos en los que nos movemos.